Debido a que su veneno es uno de los mas potentes del reino animal, la Rana de Oro o Venenosa Dorada (Phyllobates terribilis), se ubica primera en la lista de los vertebrados mas venenosos. Los indígenas colombianos (Emberá) utilizan el veneno de esta rana para impregnar sus lanzas y flechas para cazar. Se encuentra en peligro de extinción.

Habita la selva lluviosa tropical Chocoana de Colombia y parte de la frontera con Panamá. Son ranas diminutas y su tamaño no supera los 5 cm. Su color es particularmente llamativo y vistoso. Presenta tres variaciones principales de color dependiendo de su variación genética: amarillo-dorado, verde-plateado y naranja. Se alimenta de hormigas (formícidas de géneros como Brachymyrmex y Paratrechina, de donde obtienen su veneno), termitas y diminutos escarabajos.

Estas ranas son las más voraces de la familia Dendrobatidae. Los ejemplares adultos comen presas sorprendentemente más grandes que sus otros congéneres.

Sólo existe un predador de la rana de oro que es inmune al veneno, la serpiente arborícola come-ranas (Leimadopis epinephelus). Esta serpiente ataca principalmente juveniles por lo que se piensa que los adultos no tienen predadores naturales.

Está especie se encuentra en peligro de extinción, ya que su único hábitat es la selva húmeda y ésta se deteriorando a una velocidad alarmante. Se los considera animales con poca “tolerancia” a la contaminación. Su clasificación en la CITES es de Vulnerable (VU). La legislación colombiana prohíbe la captura y tenencia de esta especie.