La Uruti School es una escuela neozelandesa que ha aparecido receientemente en los medios de comunicación por organizar un polémico concurso en el que los alumnos debían ataviar a sus zarigüeyas con unos divertidos disfraces. Este concurso no pasaría a más si no fuera por un pequeño detalle: las zarigüeyas estaban muertas.
Ni que decir tiene que el concurso desató toda la furia de los grupos defensores de los derechos de los animales, los cuales acusaron a la escuela fomentar la crueldad contra los animales. Los responsables de la escuela se defendieron de estas acusaciones alegando que los alumnos se divirtieron mucho con el evento, el cual ayudó a recaudar 6000 dólares para la financiación de la propia escuela.
Os quedaron monisisisisismas.
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